Arrancamos un nuevo curso y, como siempre, llegan los propósitos, las nuevas tendencias y las hojas en blanco sobre las que empezar de cero. La comunicación para empresas, la publicidad y el marketing digital en 2020 son campos con mucho recorrido, por lo que los cambios drásticos rara vez pueden ser positivos, pero si algo traen los nuevos años son nuevas tendencias.
A estas alturas, todas las cartas parecen estar ya encima de la mesa. Pero las novedades nunca dejan de surgir y la innovación busca las vías para abrirse paso. El marketing digital en 2020 es un nicho en plena ebullición y cada pequeño detalle con el que distanciarse de la competencia y liderar la carrera puede suponer una gran ventaja que se traduzca en beneficios tangibles: más (y mejores) clientes.
Be mindful, my friend
Las empresas son mucho más que los productos que venden o los servicios que ofrecen. Valores, emociones, experiencias y sentimientos deben deslizarse detrás de cada cosa que hagamos. Cada palabra que utilicemos, cada formato escogido o cada acción llevada a cabo no solo deben promocionar aquello que queramos que nos compren, sino un compendio de valores con el que los usuarios puedan identificarse.
Significarse en cuestiones como el cambio climático, la igualdad o la inclusión puede cambiar, y mejorar, la percepción mayoritaria del público hacia una marca. No venderá un producto directamente, pero sí hará que, a medio y largo plazo, la clientela sea más fiel y cada comprador pueda convertirse en prescriptor.
Formación y reciclaje
La educación, en sí misma, no es precisamente una tendencia de marketing digital en 2020, sino un requisito atemporal en prácticamente cualquier disciplina. Si queremos no perder el hilo, evitar un posible estancamiento y aprender en aquellos pequeños nichos que todavía no dominamos -tanto por nosotros mismos como por ampliar nuestra cartera de servicios- la formación es básica.
Hay bootcamps, cursos online, cursos presenciales, congresos, encuentros, postgrados… Un abanico casi infinito de información útil y grandes profesionales de los que aprender. No solo por ganar nuevas capacidades, sino por reciclar aquellas aprendidas tiempo atrás y que, con el paso del tiempo, puedan haberse quedado algo oxidadas.
Nuevos enfoques a métodos clásicos
Las redes sociales y el marketing digital son campos vivos y en constante evolución. Ser grandes profesionales hace unos años no implica seguir siéndolo hoy en día si nuestras habilidades no han evolucionado al mismo ritmo que el mercado lo ha hecho. Por eso, no solo basta con aprender cosas nuevas, sino que también es básico saber sacar partido a nuevas funcionalidades y enfoques de cosas que hacíamos hasta ahora.
Es el ejemplo no solo de plataformas novedosas como TikTok, sino de nuevos usos para algunas que ya usábamos hasta ahora: crear Momentos o hilos en Twitter, subir vídeos a Instagram TV, etiquetar nuestros productos en IG o Facebook para hacer Social Selling… Y mucho más.
Afina tu SEO… al lenguaje oral
Hasta ahora, el SEO era el arte de mimar cada palabra para darle a Google lo que quería. Pero los dispositivos evolucionan y, con ellos, también los hábitos de los usuarios. Lo que hace pocos años parecía un ejercicio de futurología es ahora puro presente: asistentes de voz y búsquedas realizadas a través del micrófono están a la orden del día, y los usuarios teclean cada vez menos para aprovechar la agilidad que da el uso de la voz.
Por ello, también el SEO evoluciona. Aunque son pequeños matices, las personas no se comunican de la misma manera por escrito que hablando. Y el SEO es el arte de estudiar y predecir esas búsquedas y adaptar el contenido para que los usuarios lo encuentren. Adaptar nuestras prácticas para responder a las expresiones habladas antes que a las escritas puede suponer una ventaja competitiva antes de que sea la práctica dominante.
UGC: que los usuarios te hagan el trabajo
Es complicado. Requiere una base fuerte. Debe haber una comunidad trabajada y nutrida con el tiempo. Pero, si tenemos la suerte de gestionar la comunicación o las redes sociales de una empresa o marca a la que se siga con gran fidelidad y engagement, es casi una obligación aprovechar esa fortaleza mediante el User Generated Content (UGC).
Si sabemos hacerlo, el UGC puede ser un auténtico arte… y un gran descargo de trabajo. Hacer a los usuarios partícipes supone un beneficio a distintos niveles: les va a encantar que su marca de referencia utilice y comparta su contenido, el engagement será cada vez mayor y eso, además, atraerá a nuevos fieles. Pero siempre teniendo en cuenta una máxima fundamental: hay que ofrecer algo a cambio.